jueves, 26 de febrero de 2015

Geógrafa Gozalvez, del IIGEO, pública libro: “Desarrollo de las capacidades de respuesta al cambio de los actores de la última frontera de La Paz”, financiado con recursos del IDH

El norte paceño: aislado, acechado por megaproyectos y con actores sociales en pugna
lunes 23 de febrero de 2015
Norte La Paz Periódico Digital PIEBAunque en La Paz funciona el centro burocrático y político del país, el norte de este departamento se ha convertido en territorio de disputa de toda clase de intereses. La geógrafa Bertha Gozálvez explica que en la problemática del norte paceño está su aislamiento, el permanente anuncio de megaproyectos y el complejo sistema de actores sociales en pugna.

Entre 2012 y 2014, Gozálvez (UMSA) y Laetitia Perrier Brusle (IRD) coordinaron la investigación “Desarrollo de las capacidades de respuesta al cambio de los actores de la última frontera de La Paz”, financiado con recursos del IDH dentro de la Universidad Mayor de San Andrés, y que les permitió reflexionar sobre “los impactos en términos sociales del proceso de integración de una zona periférica y desvinculada del resto de Bolivia”.

Esa desvinculación tiene que ver con que históricamente ese territorio amazónico fue considerado un espacio vacío y de grandes riquezas, es decir un Gran Paitití. “Es un espacio vacío, aislado, al margen de todo, se dice que es la última frontera a ser conquistada, pero viendo la historia ese abandono no ha sido total, ha habido voluntad política para integrar esos espacios a nuestro territorio nacional”, dice Gozalvez, quien sin embargo aclara que los procesos integradores estuvieron vinculados al efímero boom de la quina y la goma.

El primer problema identificado en el norte paceño es su aislamiento. Y es que para llegar a los centros poblados de la provincia Abel Iturralde se debe atravesar Beni o Pando, el mejor acceso a San Buenaventura es a través de Rurrenabaque; no existen carreteras modernas internamente (aunque sí caminos antiguos deteriorados) y las vías fluviales tienen un límite. Los pequeños productores campesinos no pueden ni pensar en producir para un mercado al cual llegar a través de carreteras confiables.

El otro problema importante es el anuncio permanente de construcción de megaproyectos, como la represa de El Bala o la construcción de la fábrica de azúcar que en su momento generaron expectativa en los habitantes de otras regiones. En los años 70, el proyecto de la industrialización de la caña de azúcar en San Buenaventura, nunca concretado, logró atraer a migrantes campesinos tarijeños y cruceños que conocían esos cultivos, cambiando la dinámica demográfica del territorio.

El complejo sistema de actores sociales en pugna es la otra gran problemática del norte paceño. Gozálvez, docente investigadora dentro de la Carrera de Ingeniería Geográfica, enumera a los “vecinos” llegados del altiplano en la época de la quina, asentados en San Buenaventura y miembros de instancias civiles (como el comité cívico); a los interculturales llegados también del altiplano por presión del minifundio y de la relocalización de los mineros (años 80); a los tacana originarios del lugar que habitan las áreas protegidas; a los ese ejja que tienen una posición más marginal; a los grupos de familias campesinas menonitas y rusas que buscan tierra para la agricultura; a las empresas privadas que explotan madera, entre otros. Estos actores sociales no son internamente homogéneos, por ejemplo entre los interculturales están los antiguos colonizadores collas y a la vez los recientes, respaldados por organizaciones como la Federación Tupac Katari y/o Bartolina Sisa, que intentan hacerse de tierras en la región; un problema interno a los interculturales que ha derivado en una alianza entre los antiguos colonizadores collas y los tanaca para evitar la llegada de nuevos pobladores en busca de tierras.

A pesar del aislamiento que deriva en la falta de integración con la ciudad de La Paz y otras ciudades de país, “el temor que se tiene es que cuanto más vías de comunicación e integración haya, va a haber más problemas, más deforestación, una migración masiva y depredadora; ése es el discurso”, dice Gozálvez. Lo cierto es que cuando suceden problemas concretos, como la llegada de las lluvias, los habitantes de la región se ven obligados a desconectarse a veces por meses de la dinámica nacional, y esto está generando también otra reconfiguración del espacio: mucha gente se desplaza a vivir permanentemente a los centros más urbanizados (San Buenaventura, Ixiamas, Tumupasa).

El proyecto de investigación “Desarrollo de las capacidades de respuesta al cambio de los actores de la última frontera de La Paz” derivó en la elaboración de una decena de trabajos cuyo objetivo fue “coadyuvar a futuro en las políticas públicas a fin de revertir las desigualdades de las capacidades de acción en el territorio y de reducir los efectos potenciales de la instalación de grandes proyectos en la provincia”.

El proceso de investigación realizado dentro de la UMSA, con la activa participación del Instituto de Investigaciones Geográficas y con apoyo del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) publicó dos títulos con base en los resultados de sus estudios: “El Norte de La Paz en la encrucijada de la integración. Juegos de actores y de escala en un margen boliviano” (2014) y “Recorridos por el norte de La Paz. Restitución de información a la población de la provincia Abel Iturralde” (2014).

Para contactar con la geógrafa Bertha Gozálvez Kreuzer: bgozalvezkreuzer@gmail.com





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